El Congreso Interamericano de Educación Católica, organizado por la Confederación Interamericana de Educación Católica –CIEC–, ha celebrado su vigésimo quinta edición del 10 al 12 de enero de 2018 en Bogotá, Colombia.

La CIEC, que se creó en 1945 en el Primer Congreso de Educación Católica, es una institución de derecho civil, sin ánimo de lucro, al servicio de la Educación Católica de América, integrada en la actualidad por las federaciones educacionales de los 23 países miembros y agrupa a más de 20.000 colegios.

Bajo el lema «Escuela Católica: Gestión para el aprendizaje, la innovación y la creatividad» el congreso acogió a catorce ponentes internacionales entre los que se encontraban Juan Pedro Castellano, director de la Fundación Edelvives; Raquel Medina, responsable corporativa de Asesoría pedagógica, y Arturo Cavanna, responsable corporativo de Tecnología, todos del Grupo Edelvives, que realizaron una sesión plenaria.

Raquel Medina, además, impartió un taller: «Innovación y aprendizaje en el siglo XXI: robótica en el aula», y Juan Pedro Castellano otro: «Interioridad en el aula». Por otra parte, también participó como ponente Carmen Pellicer, directora de la Fundación Trilema y autora de Kumi, material de religión por proyectos editado por Edelvives.

Del grupo editorial acudieron Julián Sanz, director general del Grupo Edelvives, Javier Cendoya, director general del Grupo Edelvives España, e Ignacio Merino, director comercial de la división internacional. Por otra parte, Alberto Pazos, director general internacional estuvo presente gracias a un video que se proyectó en la ponencia plenaria. 

En esa ponencia «Piezas clave para la transformación de la escuela. ¿Estamos locos?» se prestó especial atención a los procesos de transformación integral de la escuela católica. Se explicó la necesidad de hacerlo en el tiempo apropiado, tarea que requiere: «toda la sensatez profesional “aunque parezca de locos”». La conferencia se centró en tres elementos clave: implicación transformadora, espiritualidad integral y competencias digitales.

En relación a la espiritualidad integral, se subrayó la importancia de cuidar el ámbito de la interioridad y del compromiso con la sociedad en proyectos de Aprendizaje y servicio.

Se cerró la presentación explicando que la sociedad globalizada requiere del desarrollo de competencias digitales: la tecnología debe apoyar los procesos de aprendizaje. Sin embargo, se alertó sobre un detalle importante: «la tecnología por sí sola no basta, también hay que poner el corazón». Y no se debe olvidar el fin último de la educación: «Nuestros alumnos son nuestro futuro».