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Profesores de Religión: «Tierra Santa me ha hablado»

21 diciembre 2022

Peregrinos que han participado en la segunda edición de ‘En camino con Fundación Edelvives’ comparten sus experiencias después del viaje.

Del 4 al 11 de diciembre de 2022, una veintena de personas visitaron Tierra Santa en una nueva edición de ‘En Tierra Santa con Jesús Maestro. Una experiencia +H29’ , la peregrinación que Fundación Edelvives pone al servicio del profesorado de Religión y los agentes de pastoral educativa.

La finalidad de este viaje es triple: 
  • Descubrir lugares desde una nueva perspectiva.
  • Profundizar en la pedagogía del Maestro caminando por las piedras por las que él caminó.
  • Conectar con otros educadores y con uno mismo.

Y, a tenor de los testimonios recogidos a la vuelta, el objetivo se ha cumplido también en esta segunda edición.

«Casi soñaba con un viaje místico que me acercara a Dios de forma profunda y que me ayudara a ir superando aquellas lagunas y baches que nos acompañan siempre. Cuando recibí la información de Fundación Edelvives no tuve la mejor duda: era el momento y la ocasión», cuenta Mercedes Palomo, maestra del CEIP Virgen de la Paz de Gójar (Granada).

Mercedes relata la impresión que le produjo conocer todos esos «lugares donde Dios se hizo hombre para enseñarnos el camino para ser felices y llegar hasta Él». Le sobrecogió especialmente navegar por el lago Tiberíades: «Allí sí que me sentí más cerca de lo que iba buscando. Son tantas las ocasiones en las que Jesús predicó en aquellos lugares… «La celebración de la Eucaristía al aire libre hizo que el momento fuese inolvidable».

Una peregrinación de fe

Algo similar también le ocurrió a M.ª Luisa Arribas, maestra del CEIP El Olivo de Alcalá de Henares (Madrid), durante el viaje. O mejor dicho, la peregrinación: «Sí, peregrinación. Porque nobes lo mismo ir a Tierra Santa con personas que conocen los Santos Lugares que ir con un grupo de profesores de Religión y allegados con el deseo de aumentar nuestra fe en Dios Encarnado».

La experiencia en el Tiberíades también se ha quedado en la retina de Esperanza Herrero: «Destaco ese momento, el silencio, la plegaria que hicimos en la barca que nos llevó por sus aguas. Inexplicable, mágico». Esperanza destaca, además, la cohesión entre los peregrinos: «Un maravilloso grupo de personas con el que he tenido el placer de relacionarme y compartir todas estas experiencias. Siempre estarán en mi recuerdo».

«Navegar por las mismas aguas que Jesús»

«Al principio me resultó difícil imaginar el paisaje original, desprovisto de edificaciones posteriores», confiesa Carlos Novellas, pero gracias a las indicaciones del sacerdote y guía que acompañaba la peregrinación, pudo disfrutar completamente: «Nuestro querido guía Magí nos recomendaba: ‘Dejad que Tierra Santa os hable’, y así ocurrió». 


«Me gusta mucho el pasaje evangélico de la tempestad calmada –sigue–, lo he leído y orado muchísimas veces, y navegar físicamente en las mismas aguas que Jesús y los suyos me resultó una experiencia irrepetible. En este sentido, sí puedo decir que Tierra Santa me habló».

«Yo, por formación profesional y filosófica –explica Eduardo Herrero–, tengo tendencia a buscar las razones de fondo de mis experiencias y topo con la fe, que es creer lo que no se ve. Pero justamente tengo muy asumido que la fe no se fundamenta en razones, sino en valores recibidos de Cristo, y en este sentido creo que viajar a Tierra Santa ha sido muy positivo, porque he visto que las visiones históricas son temporales y los valores del cristianismo son eternos, porque son divinos».

«Cuánto tiempo soñando con este viaje»

Por parte de la Fundación Edelvives, el viaje estuvo acompañado por su director, Juan Pedro Castellano. También él sintió que se hacían realidad las palabras del guía: «Doy fe de que Tierra Santa me habló».


«Cuánto tiempo soñando con este viaje, cuántos creyentes han podido vivir la experiencia del encuentro en la tierra en que Jesús vivió, cuántos anhelos por visitarla y descubrir lo mucho que allí se vivió y se vive», explica Castellano, todavía en mitad de una resaca de emociones: «Sentirse seguidor de Jesús es ser cristiano en un mundo secularizado, donde las injusticias son reales. La opción es trabajar por un mundo más justo, solidario y humano».

Un antes y un después

«Ahora, ya lejos de Tierra Santa, debo reflexionar y ver qué es lo que puedo aplicar de toda esta experiencia a mi vida diaria. Ya tengo algunas pistas», asegura Carlos Novellas.

«Hay un antes y un después del viaje», señala Mercedes Palomo. «Cuando lea el evangelio, y sobre todo los últimos días de la vida de Jesús, creo que lo viviré más intensamente, y también cuando lo explique a mis alumnos en clase».

Si estás interesado/a en participar en la próxima edición, ya puedes apuntarte aquí.

#EnCaminoconFE